jueves, 24 de noviembre de 2011

Perspectiva Cognitivo-Conductual

Uno de los MITOS de esta corriente, afirma que “el enfoque cognitivo-conductual no está interesado en el desarrollo histórico de los problemas y trastornos y que, para tratar con éxito los problemas, es indispensable conocer las causas de origen”. Tal vez el origen de este malentendido está en el hecho constatado de que en múltiples ocasiones los factores causales que originaron un problema, no coinciden necesariamente con los factores causales que lo mantiene. Sin embargo, hoy que se trabaja con personas que tienen una biografía que influye en todo el proceso, y que ayuda a comprender el mismo y sus posibles soluciones.

Otra afirmación falsa sugiere que este enfoque “únicamente trata de modificar los factores ambientales y las conductas observables”, pero que no se da suficiente importancia a lo que las personas sienten o piensan. Aunque algunas orientaciones teóricas dentro del enfoque cognitivo-conductual como, por ejemplo, el análisis de conducta aplicado, se han centrado en los factores susceptibles de observación directa en aras de una mayor objetividad, en la actualidad se trabaja con todos los factores relevantes para solucionar un problema concreto, ya sean situaciones sociales, estímulos ambientales no sociales, respuestas fisiológicas, comportamientos motores, rasgos de personalidad, actitudes, pensamientos o emociones.

Esta corriente psicoterapéutica surge en la década del 50 e incorpora paulatinamente estrategias y procedimientos de la Psicología cognitiva (Bandura, Ellis, Beck, Meichenbaum), hasta adoptar la denominación que posee actualmente, Terapia Cognitivo-Conductual.

 Albert Ellis


Albert Bandura


La Terapia Cognitivo-conductual considera que las personas nacemos con una herencia y un determinado temperamento, con los cuales comienza a interactuar con su entorno, aprendiendo pautas de comportamiento, tanto beneficiosas como perjudiciales para sí mismo y/ o para los demás. El término conducta se entiende en un sentido amplio, abarcando conductas visibles, así como pensamientos, sentimientos y emociones.

El enfoque cognitivo-conductual investiga cómo aprendemos, es decir los principios que explican el aprendizaje, tanto de comportamientos deseables como perjudiciales. El qué aprendemos, es algo que depende de la constitución genética y, fundamentalmente, de las experiencias de vida particular e intransferibles de cada persona

No hay comentarios:

Publicar un comentario